Es de público conocimiento que la alimentación repercute directamente en el estado de salud de una persona y su calidad de vida. En este sentido, la ciencia afirma que el microbioma intestinal tiene efecto en la condición física y mental a largo plazo de un individuo.
Cuidar este aspecto del organismo es clave para el bienestar general. Y es justamente un nutriente clave el que tiene incidencia a nivel intestinal. Según los expertos de la Universidad de Harvard, hay una sustancia que alimenta las bacterias benéficas de esta parte del cuerpo y una de las consecuencias es un mejor estado del ánimo.
¿Qué puedo comer para ser más feliz?: este es el nutriente que da felicidad
El intestino contiene microorganismos que trabajan en equipo. También llamado segundo cerebro, este órgano influye en el sistema inmunológico. Pero también regula la inflamación y produce algunos nutrientes esenciales. Un microbioma saludable ayuda a reducir el riesgo de enfermedades como la depresión y la ansiedad.
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Según una investigación de Harvard, el nutriente que da felicidad es la fibra. La función principal de esta sustancia es suavizar la digestión, ya que posee la capacidad de ablandar y agregar volumen a las heces. Esto facilita el paso de los excrementos por los intestinos.
Pero la fibra también contribuye a sostener el peso corporal bajo control y a reducir los niveles de colesterol LDL (conocido como colesterol malo). Si bien no es un nutriente como tal, lo cierto es que es fundamental para mantener el intestino sano y un buen estado de ánimo. Además, la sustancia ayuda a sentir saciedad por más tiempo y regula tus niveles de azúcar en la sangre.
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¿Qué alimentos consumir para ser feliz?
Una alimentación saludable incluye alimentos ricos en fibra y probióticos. Según Harvard, la cantidad recomendada es de 14 gramos por cada 1,000 calorías consumidas. Estos son algunos productos naturales que se pueden consumir para ser más feliz:
- Semillas y frutos secos: nueces, chía, linaza y almendras.
- Frutas y verduras: espinaca, acelga, brócoli, manzanas, peras, plátanos, bayas y zanahorias, entre muchos alimentos naturales más.
- Cereales integrales: pan integral, avena, quinoa y arroz integral.
- Legumbres: frijoles, garbanzos y lentejas.