En conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, celebrado el 5 de junio, la Ciudad de México (CDMX) declaró seis parques urbanos como Áreas de Valor Ambiental (AVA). Esta medida busca garantizar la conservación de estos espacios y los servicios ambientales que proporcionan, beneficiando a la ciudadanía y promoviendo la sostenibilidad urbana.
Los parques que han recibido esta designación son el Parque Lineal Vicente Guerrero, el Parque Cuitláhuac (zonas Norte y Sur), el Parque Lineal Gran Canal-Ave Fénix, el Jardín Ramón López Velarde, y la Alameda del Sur. Estos espacios, que suman 178 hectáreas, son visitados por más de 500 mil personas al año y ahora estarán protegidos contra la urbanización y la sustitución de áreas verdes por cemento.
El jefe de Gobierno de la CDMX, Martí Batres, subrayó la importancia de esta declaratoria al señalar que "si es un área de valor ambiental, el Gobierno está obligado a cuidarla con sus servicios ambientales, y segundo, se garantiza que no se va a tocar lo verde. No se puede urbanizar, no se puede sustituir jardines por losas de cemento o de concreto. Esa es una protección muy importante".
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Beneficios de la protección ambiental
La designación de estos parques como AVA no solo busca proteger el entorno natural, sino también mejorar la calidad de vida de los habitantes de la CDMX. Estos espacios proporcionan múltiples beneficios, como la regulación del clima, el control de inundaciones, la purificación del agua, la polinización, y la reducción del ruido. Además, ofrecen áreas recreativas que contribuyen a la disminución del estrés y fortalecen la cohesión comunitaria.
Marina Robles García, secretaria del Medio Ambiente de la CDMX, destacó que a lo largo de la actual administración se han concretado diez declaratorias ambientales, de las cuales ocho corresponden a AVA y dos a Áreas Naturales Protegidas (ANP). En conjunto, estas declaratorias suman casi 500 nuevas hectáreas dedicadas a la conservación y disfrute de los capitalinos.
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Entre las iniciativas adicionales de la CDMX se incluye el programa Jardines para la Vida, iniciado en 2019. Este programa capacitó a 979 mujeres como especialistas en jardines para la polinización, resultando en la creación de más de mil jardines que proporcionan refugio y alimento a abejas, mariposas y colibríes, esenciales para la biodiversidad y la producción de alimentos.