El invierno ha llegado y con él, las bajas temperaturas comienzan a envolver a los pueblos y comunidades que rodean la capital. Para quienes prefieren el frío al calor, esta temporada se convierte en la excusa perfecta para salir de la rutina y visitar destinos donde el clima gélido, la neblina y los paisajes boscosos se combinan en un espectáculo natural sin igual.
Aunque el frío puede ser extremo en algunos de estos sitios, también lo es su belleza. Montañas cubiertas de niebla, bosques frondosos y calles empedradas invitan a perderse en caminatas, disfrutar de una bebida caliente o simplemente acurrucarse en una cabaña.
Además, todos estos pueblos están a no más de tres horas de la Ciudad de México, lo que los convierte en escapadas ideales para el fin de semana.
Te podría interesar
Acá te presentamos cinco de los pueblos más fríos cerca de la CDMX que no solo te robarán el aliento por sus paisajes, sino también por sus temperaturas:
Real del Monte, Hidalgo
Conocido como “la pequeña Cornualles mexicana”, este Pueblo Mágico ofrece temperaturas invernales que llegan fácilmente a los 5ºC o incluso bajo cero. Famoso por su historia minera y sus calles empedradas, Real del Monte es perfecto para recorrer minas históricas, probar los tradicionales pastes y disfrutar del encanto de la arquitectura inglesa del siglo XIX.
Te podría interesar
Zacatlán de las Manzanas, Puebla
Con temperaturas que van de los 6ºC a los 25ºC, Zacatlán es ideal para quienes disfrutan del frío moderado. Sus bosques cubiertos de neblina y sus alrededores naturales, como el Valle de Piedras Encimadas y la Barranca de los Jilgueros, lo convierten en un destino imperdible para senderistas y amantes de la naturaleza.
Mineral del Chico, Hidalgo
Ubicado a más de 2,300 metros sobre el nivel del mar, este pueblo combina historia, aventura y paisajes espectaculares. Con temperaturas entre los 6ºC y los 14ºC, es una joya oculta rodeada por bosques de pino, encino y oyamel. Entre sus atractivos destacan La Casa del Artesano, la Iglesia de la Purísima Concepción y el romántico Valle de los Enamorados.
Amealco de Bonfil, Querétaro
A solo tres horas de la capital, Amealco es uno de los pueblos más fríos del estado de Querétaro, con mínimas que alcanzan el 1ºC. Su entorno natural permite actividades como ciclismo de montaña, senderismo y acampada. Además, puedes visitar sitios como la Cascada La Piedad, el Antiguo Templo de San Ildefonso Tultepec y el Museo de las Muñecas.
Teziutlán, Puebla
Aunque está a tres horas y media de la CDMX, Teziutlán vale cada minuto del viaje. Es conocido por tener una de las mayores concentraciones de niebla en el país. Además de su clima frío, cuenta con monumentos como la Catedral de Teziutlán y el Santuario de Nuestra Señora del Carmen, así como parajes naturales como cascadas y un impresionante bosque de bambú.
Ya sea para hacer senderismo, tomar chocolate caliente o simplemente disfrutar del paisaje, estos pueblos ofrecen un invierno diferente, lleno de historia, tradición y hospitalidad. Eso sí, no olvides abrigarte bien, ya que el frío en estas regiones puede ser intenso.
