ZAPATOS

Paso a paso: así puedes hacer un buen impermeabilizante para tus zapatos con lo que tienes en casa

Convierte tus zapatos en aliados resistentes al agua con este impermeabilizante casero.

Convierte tus zapatos en aliados resistentes al agua con este impermeabilizante casero.
Convierte tus zapatos en aliados resistentes al agua con este impermeabilizante casero. Créditos: Canva- Freepik IA
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Proteger tus zapatos de la humedad nunca fue tan sencillo ni económico. Con tan solo pocos ingredientes caseros, puedes crear un impermeabilizante efectivo y rápido.

¿Para qué sirve el impermeabilizante de zapatos? 

El impermeabilizante de zapatos sirve para proteger el calzado contra el agua, evitando que se moje y se dañe. Así, prolonga la vida útil de los zapatos y mantiene su apariencia.

Además, ayuda a repeler manchas y suciedad, facilitando su limpieza. De esta forma, tus zapatos se mantienen en buen estado por más tiempo, incluso en días lluviosos.

¿Cómo impermeabilizar tus zapatos en casa? 

Para impermeabilizar tus zapatos en casa, puedes usar ingredientes que ya tienes a mano de forma fácil y económica. Una opción es frotar una vela blanca sobre la superficie limpia y seca del zapato, luego calentarla con un secador de pelo para que la cera se derrita y se adhiera bien; después, deja que se enfríe y tu calzado estará protegido del agua.

Otra alternativa es aplicar una capa generosa de laca o spray fijador para el cabello, dejar secar unos minutos y repetir si es necesario; aunque esta opción es menos duradera, funciona bien para lluvias ligeras o trayectos cortos. Recuerda no usar estos métodos en zapatos de piel fina o charol, y siempre asegurarte de que estén completamente secos antes de la aplicación para mejores resultados.

¿De qué material deben estar hechos tus zapatos para no necesitar impermeabilización?

Los zapatos que no requieren impermeabilización suelen estar hechos de materiales naturalmente resistentes al agua, como el caucho o el plástico. Estos materiales evitan que la humedad penetre, manteniendo los pies secos sin necesidad de tratamientos adicionales.

En cambio, los zapatos de tela, gamuza o cuero sí necesitan protección extra para evitar daños por el agua. Por eso, es importante elegir el material adecuado según el uso y las condiciones climáticas.