Muchas personas tienen la costumbre de cenar por la noche y casi de inmediato, irse a dormir. Después de un día largo, el cansancio y la sensación de saciedad invitan a descansar sin esperar mucho tiempo. Pero surge la duda: ¿esta práctica puede afectar nuestro peso o salud?
Según National Geographic, el asunto es más complejo de lo que parece. Algunos estudios han encontrado una relación entre comer tarde en la noche y el aumento de peso, pero la mayoría de estas investigaciones son observacionales y no explican claramente la causa.
¿Qué dicen los estudios científicos sobre los efectos de dormir tras una comida nocturna abundante?
El horario de la comida puede importar, pero no necesariamente para el peso corporal, ya que cada metabolismo es distinto.
Te podría interesar
Lo que sí podría estar vinculado al aumento de peso es que algunas investigaciones sugieren que durante la noche el cuerpo quema menos grasa, por lo que consumir alimentos justo antes de dormir podría contribuir a subir de peso.
¿Es peor el horario en que cenas o el tipo de alimento que se consume?
Si estás tratando de perder peso, es fundamental saber qué alimentos evitar. Según expertos de la Mayo Clinic, los alimentos altos en grasas, especialmente aquellos con grasas trans o saturadas, son los que más perjudican por su alto contenido calórico y bajo valor nutritivo.
Te podría interesar
Además, los granos refinados, las bebidas calóricas y los productos horneados también dificultan la pérdida de peso. Algunos ejemplos comunes que pueden arruinar tu dieta son:
- Carnes grasas como salchichas o tocino
- Comida frita
- Helado
- Refrescos
- Jugos de fruta comerciales
- Pan dulce
Mantener un peso saludable no depende únicamente de evitar ciertos alimentos o ajustar los horarios de comida. Es el resultado de un equilibrio constante entre una alimentación variada y nutritiva, adaptada a las necesidades de cada persona y la práctica regular de actividad física.
Incorporar rutinas que incluyan ejercicio moderado, como caminar, nadar o andar en bicicleta, junto con hábitos alimenticios sostenibles, puede marcar una gran diferencia en el bienestar general.
Además, cada cuerpo es diferente, por lo que si tienes dudas, estás intentando bajar de peso o simplemente queres mejorar tu estilo de vida, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud. Un médico o nutricionista puede ayudarte a comprender mejor tus necesidades y diseñar un plan personalizado que funcione a largo plazo.
