La historia de América Latina está hecha de encuentros, alianzas inesperadas y estratégicas que cambiaron el curso de los pueblos. Una expresión que resume una de esas conexiones es “Perú es el Tlaxcala del sur”. Más que un eslogan, la frase condensa la participación decisiva de pueblos indígenas aliados de los españoles en la conquista y colonización del territorio andino.
Aquí te contamos por qué se dice así, el papel de los tlaxcaltecas y la historia de la fundación de Lima sin adelantar todos los detalles para mantener la curiosidad del lector.
¿Por qué se dice que "Perú es el Tlaxcala del sur"?
La comparación con Tlaxcala encuentra su origen en el rol que los tlaxcaltecas desempeñaron durante la conquista española. En la conquista de México fueron aliados clave de Hernán Cortés y su apoyo militar y logístico fue determinante.
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De manera análoga, durante la campaña contra el Imperio inca, más de 2,000 tlaxcaltecas acompañaron a las tropas españolas hacia Cusco y la región que hoy conocemos como Perú.
Estos grupos indígenas actuaron como auxiliares militares, mano de obra especializada y fuente de conocimientos prácticos sobre organización y técnicas.
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Su presencia permitió a los conquistadores consolidar territorios que, hasta entonces, contaban con estructuras políticas y militares muy distintas a las de Mesoamérica. De aquí surge la metáfora: así como Tlaxcala facilitó la conquista en México, esos aliados funcionaron como un «puente» o apoyo en el sur del continente, dando pie a la idea de que Perú fue el Tlaxcala del sur.
Relación de México con la fundación de Lima Perú
La fundación de Lima tuvo lugar el 18 de enero de 1535, cuando Francisco Pizarro estableció la Ciudad de los Reyes en el valle del río Rímac. El nombre actual deriva del río Limac —palabra quechua— y el sitio escogido correspondía a terrenos que pertenecían al curaca Taulichusco. La ubicación combinaba acceso a la costa y protección relativa frente a amenazas marítimas, lo que la hacía ideal para comercio y defensa.
Entre los pobladores y colaboradores que participaron en la consolidación de la ciudad se encontraban los tlaxcaltecas procedentes de la región que hoy ocupan estados de México.
Su participación en labores militares y de asentamiento fue relevante para la instalación del sistema colonial en Lima y Cusco. Este hecho histórico es un punto de conexión tangible entre México y Perú mucho antes de las relaciones diplomáticas modernas.
Tras las guerras de independencia, México y Perú formalizaron relaciones diplomáticas en 1823, pero el vínculo entre ambos países se remonta a estas alianzas originadas durante la conquista. El legado de esos intercambios culturales y humanos sigue siendo tema de estudio y reflexión en la historiografía latinoamericana.
