SALUD CARDIOVASCULAR

Beneficios de comer almendras: Conoce sus bondades para la piel, huesos y corazón

Las almendras, un fruto seco de origen milenario, son un tesoro nutricional que aporta múltiples beneficios para la salud integral.

Incorporar almendras a la dieta diaria es una forma sencilla de aprovechar sus beneficios
Incorporar almendras a la dieta diaria es una forma sencilla de aprovechar sus beneficiosCréditos: Pexels-Canva
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Las almendras, originarias de Oriente Medio, han conquistado cocinas y dietas en todo el mundo. Desde las tierras entre el mar Egeo y la meseta de Pamir, su cultivo se extendió a Grecia, Roma y, con el tiempo, a toda Europa.

Este fruto seco, pequeño pero poderoso, es un pilar en la dieta mediterránea, conocida por su equilibrio y beneficios para la salud. Su versatilidad y riqueza nutricional lo convierten en un aliado ideal para quienes buscan una alimentación saludable.

Un alimento con historia y valor nutricional

Gracias a su composición, las almendras son más que un simple snack. Su perfil nutricional incluye grasas saludables, fibra, vitaminas y minerales esenciales que apoyan diversas funciones del organismo.

Además, su sabor y textura las hacen perfectas para incluirlas en recetas o consumirlas solas. Este alimento milenario sigue siendo relevante en la nutrición moderna por sus propiedades únicas.

Propiedades que cuidan el corazón

Las almendras destacan por su alto contenido en grasas monoinsaturadas, similares a las del aceite de oliva, que promueven la salud cardiovascular. Según la Fundación Española de Nutrición (FEN), estas grasas ayudan a mantener niveles saludables de colesterol y reducen el riesgo de enfermedades como la arteriosclerosis.

Además, contienen ácidos grasos poliinsaturados, que refuerzan los beneficios para el sistema circulatorio. Incorporarlas en la dieta puede ser una estrategia efectiva para proteger el corazón.

Fuente de energía y fibra

Con un elevado valor calórico debido a su riqueza en grasas y baja proporción de agua, las almendras son ideales para quienes necesitan un aporte energético extra, como deportistas. Sin embargo, su consumo debe ser moderado en personas que controlan su peso, ya que su densidad calórica puede sumar calorías rápidamente.

Su alto contenido en fibra, superior al de otros frutos secos, favorece el tránsito intestinal, previene el estreñimiento y ayuda a controlar el apetito. Esta fibra también contribuye a regular los niveles de glucosa y colesterol, apoyando la salud metabólica.

Riqueza en minerales y vitaminas

Las almendras son una fuente destacada de minerales como calcio, hierro, zinc, potasio, magnesio y fósforo, esenciales para la salud ósea, muscular y energética. Una ración de 25 gramos aporta el 18 % de las necesidades diarias de fósforo, según la FEN.

Además, su contenido en vitamina E, un potente antioxidante, protege la piel y fortalece el sistema inmunitario, cubriendo el 42 % de las ingestas recomendadas en una pequeña porción. También aportan vitaminas del grupo B, como riboflavina y folatos, que apoyan el metabolismo y la regeneración celular.

Un aliado para una dieta equilibrada

Incorporar almendras a la dieta diaria es una forma sencilla de aprovechar sus beneficios. Su versatilidad permite consumirlas crudas, tostadas, en leches vegetales o como parte de platos variados. Sin embargo, se recomienda moderación, especialmente para quienes vigilan su ingesta calórica, optando por porciones de unos 25 gramos al día.

Este fruto seco no solo enriquece la alimentación, sino que también cuida la piel, fortalece los huesos y protege el corazón, siendo un complemento ideal para un estilo de vida saludable.