¿Te has dado cuenta de que el inodoro tiene esas molestas manchas de sarro que parecen imposibles de quitar? No te preocupes, a continuación conocerás una solución sencilla y económica que puedes hacer con ingredientes que probablemente ya tienes en casa.
A menudo, los artículos de limpieza de diferentes marcas no terminan de cumplir su función y dejan una suciedad que, con el paso del tiempo, puede ser muy difícil de deshacer. Además, estos contienen productos químicos que pueden resultar tóxicos a la hora de hacer el aseo.
¿Cómo quitar el sarro del inodoro?
Para quitarle de una vez por todas el sarro a tu inodoro necesitarás bicarbonato de sodio, jabón en polvo y vinagre blanco. Estos tres ingredientes, seguramente ya los tienes en tu casa y sino son super fáciles de conseguir, sumados a un cepillo para inodoro y guantes de limpieza que serán tus aliados dentro del baño. ¡Solo debes seguir los siguientes tres pasos!
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Paso 1: Prepara la mezcla mágica
Comienza por vaciar un poco de agua del inodoro. Esto ayudará a que los ingredientes actúen mejor. Luego, espolvorea aproximadamente una taza de bicarbonato de sodio en la parte interior del inodoro. A continuación, añade una taza de jabón en polvo. Este combo es ideal para descomponer el sarro y la suciedad.
Paso 2: Agrega el vinagre blanco
Ahora viene la parte divertida. Vierte una taza de vinagre blanco sobre la mezcla de bicarbonato y jabón. ¡Prepárate para ver burbujas! Esta reacción efervescente es lo que ayudará a aflojar el sarro. Deja que la mezcla actúe durante unos 30 minutos. Si el sarro es muy resistente, puedes dejarlo reposar hasta una hora.
Paso 3: Cepilla y enjuaga
Después de que la mezcla haya hecho su magia, toma tu cepillo para inodoro y frota bien las áreas afectadas. Asegúrate de llegar a todos los rincones. Una vez que hayas terminado, tira de la cadena para enjuagar. ¡Y listo! Tu inodoro debería lucir mucho más limpio.
Te recomendamos que, para evitar que el sarro se acumule, puedes repetir este proceso una vez al mes. Y no olvides que el uso del limón también es muy conveniente en estos casos: si quieres un aroma fresco, añade su jugo a la mezcla. Además de oler bien, el ácido del limón ayuda a descomponer la suciedad. ¡Pruébalo tú mismo!