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Mariana Ochoa relata el día que su familia perdió a su hijo en una de sus giras | Video

En el programa de hoy, Mariana nos contó el día que su hijo se perdió en un centro comercial, llenando de miedo a sus familiares que lo estaban cuidando.

Mariana Ochoa anécdota del día que se perdió su hijo.
Mariana Ochoa anécdota del día que se perdió su hijo. Créditos: @soymarianaochoa | Stock Canva
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El día de hoy nuestra conductora de Café Globo, Mariana Ochoa, relató en cabina uno de los acontecimientos más difíciles para un padre, aunque muchas veces solo dura un segundo, la incertidumbre y desesperación se hacen presentes. En su plática aseguró que su familia no encontraba a su hijo un día que se los encargó.

Algo que es muy difícil y para lo que nadie está preparado es el ser padre, pues hay una persona que depende cien por ciento de nosotros, por lo que todas las preocupaciones se hacen presentes, cualquier descuido termina en un fuerte miedo.

El día que el hijo de Mariana Ochoa le dio un gran susto

Hoy en la cabina de FM Globo estuvo de invitado Óscar Uriel, nuestro especialista en cine y series, quien nos trajo de recomendación la serie de “Eric”, la cual relata la historia de una familia, donde el niño se pierde.

Bajo este contexto, Mariana Ochoa aprovechó para relatar el día que su hijo Salvador le provocó a toda su familia uno de los sustos más grandes de su vida, cuando al encargárselos en una gira, no lo encontraban e incluso recurrieron a los guardias del lugar.

Yo, en una de las giras, dejé a mis hijos con: mi mamá, mi hermano, la nana; se fueron a desayunar. Alrededor de donde era el desayuno, el restaurante había juegos, era un centro comercial los tres (estaban platicando). Salvador se les perdió, no lo encontraban, se metieron a una tienda de almacén para ver si no lo habían visto, bajaron las escaleras para preguntarle a los policías. Y salvador estaba jugando en una fuente al fondo de la terraza”.

Sin duda uno de los momentos más difíciles que se puedan experimentar, pues a pesar de que los hijos estén bien un padre o familiar, se empieza a imaginar lo peor, así como en el relato de Mariana Ochoa, su hijo solo estaba jugando a unos metros de la familia.