Cada vez más personas optan por remedios naturales para el cuidado de la piel. En ese camino, hay un ingrediente común en la cocina que ha ganado protagonismo por sus propiedades aclarantes y exfoliantes: la cáscara de cebolla.
Aunque solemos asociarla con la preparación de alimentos, la cáscara de cebolla también puede convertirse en un aliado para reducir manchas en la piel, especialmente en la cara y el cuello.

¿Por qué la cáscara de cebolla puede ser buena para la piel?
La cáscara de cebolla, usualmente descartada, contiene antioxidantes, vitaminas y minerales que benefician la piel. Un estudio reciente destaca sus propiedades aclarantes, antiinflamatorias y antibacterianas. Su quercetina protege contra el daño oxidativo y su vitamina C ayuda a producir colágeno y reducir manchas.
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¿Cómo actúa la cáscara de cebolla sobre la piel?
- Aclara la piel y mejora el tono: gracias a su contenido de vitamina C, ayuda a inhibir la producción de melanina.
- Combate el envejecimiento: sus antioxidantes neutralizan radicales libres, responsables de arrugas y daño celular.
- Calma pieles sensibles: sus propiedades antiinflamatorias alivia irritaciones causadas por acné o rosácea.
- Favorece la regeneración celular: mejora la circulación sanguínea y ayuda a sanar cicatrices o marcas.
- Previene infecciones: su acción antibacteriana y antifúngica es útil contra el acné y hongos cutáneos.
¿Cómo se recomienda usar para mayores beneficios?
- Tónico natural: hervir las cáscaras durante 15 minutos, dejar enfriar, colar y aplicar con un algodón.
- Mascarilla casera: mezclar el líquido con miel o aloe vera, aplicar en el rostro y dejar actuar 15-20 minutos.
- Baño relajante: añadir agua de cocción de las cáscaras a la bañera para calmar la piel.
- Exfoliante suave: triturar las cáscaras secas y combinarlas con aceite de oliva o miel para eliminar células muertas.
Si bien los beneficios son claros, se recomienda antes de aplicar cualquier preparación con cáscara de cebolla, hacer una prueba en una pequeña zona de la piel para evitar reacciones alérgicas. Además, se debe evitar el contacto con los ojos y suspender su uso si se siente irritación.